Cuando uno abre un libro de divulgación que trata sobre la mecánica cuántica es casi inevitable encontrar eso de:
En la mecánica cuántica hay que contar con todas las trayectorias posibles para ir de un punto al otro.
Esta es la base de la formulación de Richard Feynman de la mecánica cuántica. Sin embargo, esta idea no es única de la mecánica cuántica. Ya en la clásica aparece este concepto. Por supuesto hay matices entre las visiones clásica y cuántica. En esta entrada procuraremos dar una imagen sencilla de todo esto a nivel clásico. Más adelante ampliaremos esto al caso cuántico, que es muy sorprendente.
Pero antes de ir a la cuántica debemos de entender que esto ya tiene origen en el mundo clásico y ahí vamos…
De aquí a allí, la visión clásica
Supongamos que queremos ir de un punto (aquí) hasta otro punto (allí). En principio todas las curvas que pueden conectar esos dos puntos son aceptables.
La posición en el tiempo que generalmente la identificamos por x(t) ahora la identificaremos por q(t). Esto es porque lo que entendemos por posiciones en realidad se puede generalizar, podemos usar ángulos, distancias, etc para describir la posición de un sistema. Por ejemplo en un péndulo usamos preferentemente ángulos. Esta q(t) es lo que se conoce como coordenadas generalizadas, pero no tienen mucho misterio.
Pero el tema está en que para ir de aquí a allí, en los fenómenos físicos, las partículas siguen una única trayectoria, no todas ni una extravagante o extraña.
¿Qué selecciona la trayectoria física que sigue una determinada partícula?
Esta es una pregunta muy interesante, porque es un problema de los gordos. Si en principio tenemos infinitas posibles trayectorias y la naturaleza selecciona una de ellas, nosotros tenemos que descubrir cómo se las apaña para hacer eso.
Y la respuesta está en… ¿preparados?….
LA ENERGÍA
Sí, otra vez, como ya vimos en la entrada sobre el secreto de la energía, la energía encierra mucho más de lo que parece a primera vista.
Ya definimos el tema del Hamiltoniano, en la entrada mencionada, que consistía en una suma de la energía cinética y la energía potencial
de un sistema:
Ahora podemos ser espectacularmente originales y formar otra combinación, ¿la adivináis?… Vamos a restar la Energía Cinética y la Energía Potencial de la partícula que estamos estudiando.
Dado que esta combinación sale una y otra vez se le pone un nombre: El Lagrangiano.
Y ahora el procedimiento para saber qué trayectoria es la trayectoria real es supersencillo y rápido:
- Calculamos el valor del Lagrangiano en todos los puntos de una curva que conecte los puntos aquí y allí y sumamos sus valores. Eso nos da un número. A este resultado lo llamaremos acción, ahora volveremos sobre él.
- Y volvemos a repetir el proceso para todas las posibles curvas. Es decir, cada curva tiene un valor para la acción.
- q(t) representa una trayectoria. Una trayectoria completa.
- v(t) es la velocidad en cada punto de cada trayectoria.
- dq(t) es la variación de la posición en una trayectoria dada, entre dos puntos fijos dados.
La trayectoria física es aquella que hace que el valor de la acción sea el mínimo de entre todas las posibles trayectorias.
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