Si tengo una deuda me encantaría tener una impresora de dinero de curso legal en mi casa, pulsar un botón e imprimir el dinero necesario para pagar la deuda contraída.
También puede ser que me interese imprimir más dinero porque simplemente tengo que comprar muchas cosas y sería bueno para mi tener mucho más dinero. Veamos que pasa si hacemos esto.
Entrada del Minicurso: Conceptos Macroeconómicos
¿Imprimir o pedir? He ahí la cuestión
Si un gobierno necesita dinero, por la razón que sea, tiene dos opciones:
– Imprimir dinero.
– Pedir prestado.
Supongamos que nuestro gobierno se decide por la primera opción. Entonces cada vez que el dinero empieza a circular lo lógico es que nosotros lo gastemos que para eso está el dinero. Pero ya explicamos en las entradas anteriores del minicurso que esto implica una subida de precios. Por lo tanto imprimir dinero genera inflación.
Si te pasas de la raya e imprimes por norma se llega a una situación llamada: Hiperinflación. Esto se alcanza cuando por cada mes se llega a una subida de precios del orden del 30%, lo cual es una locura.
La hiperinflación
Si yo te doy dinero hoy por tu trabajo pero los precios suben mañana en un porcentaje muy elevado resulta que tu dinero mañana vale mucho menos que en el momento de entregartelo. ¿Qué ocurre entonces? Pues ocurre que en cuanto coges el dinero lo gastas porque de otro modo mañana podría ser que no pudieras comprar nada.
Otro efecto hiperinflacionario es que ahorrar carece de sentido. Cuando nosotros ahorramos lo hacemos bajo el supuesto de que mañana el dinero tendrá más o menos el mismo valor, es decir, que podremos comprar cosas con él. Uno cuenta con una subida de precios muy suave pero no salvaje de forma que compensa ahorrar. En una situación de hiperinflación el ahorro simplemente carece de sentido.
Si nadie ahorra los bancos se quedan sin dinero en sus arcas, lo cual repercute en que no se dan créditos y se destruyen negocios y por tanto empleo, lo cual implica que una hiperinflación lleva consigo una destrucción masiva de puestos de trabajo.
El ejemplo arquetípico de situación hiperinflacionaria es el episodio histórico acaecido en Alemania durante la República Weimar.
¿Quién quiere más dinero?
Aunque no lleguemos a la situación de hiperinflación, que es ciertamente extraño, podemos generar inflación (moderada). ¿Pero quién quiere y quién no quiere generar inflación?
Imaginemos esta situación:
– Estamos tú y yo y yo te pido 100€ y prometo devolverte 130€ después de un tiempo (un 30% de interés no está nada mal 🙂 ).
– Traduciendo esto supongamos que una mazorca de maíz cuesta 1 euro, por tanto el dinero que te pido equivale a poder comprar 100 mazorcas de maíz y lo que te voy a devolver equivale a poder vender 130 mazorcas.
– Ahora imaginemos que puedo presionar al gobierno para que imprima más dinero. Entonces los precios aumentan y resulta que el precio de la mazorca aumenta, digamos a 2€ por unidad.
– Esta situación es buena para mí porque ahora vendiendo 65 mazorcas te devolvería el dinero a ti que me lo has prestado.
– Lo que está claro es que a ti no te conviene la situación ya que pierdes parte del valor de lo que inicialmente me prestaste.
Entonces si esto persiste tú desistirás de prestar dinero. Por lo tanto hay dos posiciones enfrentadas en términos de la inflación, los prestamistas no la desean y para los prestatarios es «beneficiosa» en primera instancia.
En las próximas entradas veremos los efectos de la inflación de forma más global.
Nos seguimos leyendo…
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La inflación es un impuesto sobre los que ahorran y difieren el consumo. A los que vivimos al día, nos afecta de poco a nada (siempre y cuando los sueldos suban con la inflación). Afecta más gravemente a los que prestan dinero, a los bancos, pues al tipo de interés nominal hay que restarle de manera efectiva la inflación. La inflación no es buena, lo sé, pero tampoco es el monstruo que el BCE y los economistas neoliberales quieren vendernos. Si una inflación moderada va acompañada de crecimiento, no debería suponer ningún problema. Los apóstoles neoliberales, en cambio, prefieren inflación nula, aun a costa del decrecimiento. Por ejemplo: Europa en estos momentos.
La hiperinflación de la Alemania de Weimar se debía, exclusivamente, a unas deudas impagables por reparaciones de la Primera Guerra Mundial. Esas deudas no estaban denominadas en marcos, de manera que la inflación no se debió a un intento de «ahogar la deuda», sino a la incapacidad de la economía alemana para funcionar sin liquidez. Los alemanes optaron por destruir su economía para eludir el pago.
No se está hablando de una inflación moderada, sino de hiperinflación. Esa situación afecta de manera directa y evidente al asalariado, toda vez que el dinero que cobra en un determinado momento del mes lo va gastando en los días sucesivos. Por lo demás, aun en un escenario inflacionario alto (no hiper, pero tampoco moderado) el bolsillo del trabajador se ve afectado, ya que hace mella el hecho de que los salarios son lo último en ajustarse, es decir, la suba de precios precede siempre a la suba de salarios, ya que el ajuste de salarios se aplica según el índice de la inflación real (cuando la suba es ya un hecho), no sobre la esperada. Por esta razón suele hacerse referencia a un impuesto encubierto. Y esto, además, suponiendo que el índice que toma el gobierno es confiable. Basta ver lo que pasa hoy día en Argentina con el INDEC para ver los manejos turbios que pueden tener ciertos gobiernos con sus economías, lo cual repercute de manera aun más negativa en los trabajadores.
Contrariamente a lo que Ud. sostiene, la inflación perjudica ante todo al que vive al día. Los prestadores de dinero (que son personas, no «lso bancos», debe revisar Ud. qué es un banco y cómo opera) terminarán simplemente por dejar de prestarlo o lo harán a tasas que estén muy por encima de las tasas de inflación, quienes se perjudicarían entonces no son los prestadores sino los tomadores de crédito. Y los ahorristas siempre tienen la opción de pasar sus ahorros en moneda local hacia divisas que no sufran la depreciación monetaria, o hacia bonos, o hacia inmuebles…
En conclusión, quienes se ven más afectados con la inflación serán justamente aquellos que tienen poca o ninguna capacidad de ahorro. Se ven afectados de manera directa en lo inmediato, pero también de manera indirecta en el mediano plazo, ya que en un escenario de alta inflación la falta de créditos se traduce en un decremento de la inversión que al final perjudicará siempre al asalariado.
Muy bueno tu post, a ver si coincidimos, Genial
Una pregunta que se me ocurre en mi absoluta ignorancia ¿No es esto lo que nos ha llevado a la crisis? es decir, lo que han hecho los bancos de inversión, al fin y al cabo, es vender deuda que se supone que rentaría más a largo plazo, inventándose un montón de papeles con con un valor que no se sustentaba en ningún bien físico, ni productivo, con lo que ahora lo que falta es ese dinero inventado.
Gracias
Ohhh y el agua moja.
La inflaCión es el impuesto a los que viven el día a día.
Interesante esta sección básica de economía.
Nunca esta mal saber un poco más de todo.
Un saludo!