Todas y cada una de las células que nos componen tienen, en principio, la misma información genética. Pero una neurona no es igual a un linfocito o a una célula hepática o renal. Dada tipo celular es diferente en términos de morfología y funcionalidades.
Así que debe de haber mecanismos que activen ciertos genes en ciertas células y silencien otros. Estos mecanismos están siendo masivamente estudiados por su importancia en campos tales como biología del desarrollo — ¿cómo sabe una célula que parte del óvulo fecundado que tiene que convertirse en un tipo celular u otro? –, en la biología del cáncer — en el cáncer las células dejan de expresar ciertos genes que controlan su ciclo y se descontrola su crecimiento –, etc. Este problema es muy interesante y hablaremos de él en algún momento. Pero en esta entrada lo que queremos contar son las técnicas actuales que nos permiten medir qué genes están siendo expresados o no.
La aplicación de estas técnicas es fundamental en los análisis diagnósticos genéticos y permiten, y permitirán, un control sobre ciertas enfermedades genéticas y sobre problemas relacionados con la expresión de genes. Así que vamos a intentar explicar qué son los chips de ADN (microarrays).