Tal vez quieras leer esta entrada, Campos, partículas, mínimos, masa y Higgs, antes de empezar (se solventan algunas cosas que es mejor tener claras desde un principio).
NOTA PARA LOS QUE NO VAN A LEER LA ENTRADA PERO VAN A COMENTAR EN MENEAME:
Ya sé, y lo he dicho aquí muchas veces, que lo de la «partícula de dios» es un mal nombre. Pero no me digáis que el autor, el profesor Lederman, es un pobre que se dejó llevar por su editor que fue el que le puso el nombre en contra de su voluntad. Principalmente porque Lederman ha escrito hace poco otro libro cuya portada está a la derecha. De nada.
Hoy están saliendo nuevas noticias de un tema que lleva sonando por ahí algún tiempo. El asunto en cuestión es el relacionado con que el Higgs, esa partícula tan buscada y al fin hallada, plantea problemas bastante peliagudos en relación a la existencia del universo y su persistente empeño por existir.
Antes de entrar en el meollo de la cuestión que hoy vamos a discutir permitidme unas palabras sobre el título de esta entrada:
El bosón de Higgs, de la partícula de Dios al engendro de Satanas
Este título no es más que un chiste, no hay ninguna connotación religiosa en lo que sigue. Es un título oportunista aprovechando el tema de que al bosón de Higgs se le ha denominado en los mentideros – La partícula de Dios – y ahora parece ser que dicha partícula podría generar el armagedón. Pero todo lo que vamos a hablar aquí es puramente científico. Si buscas algo teológico, este no es el lugar adecuado.
Una vez dicho esto… Vayamos al lío.