Me llamo Enrique F. Borja y soy doctor en física. A la salud del amigo Javier Gregori.
Hoy tenía el cuerpo golfo y quería escuchar lo que se dijo en las jornadas de
Estas son unas jornadas que van sobre divulgación y que organiza, en colaboración con muchas otras instituciones, el Instituto Astrofísico de Canarias.
Una de las actividades que más me interesaba escuchar de este congreso, que ha contado con grandes aportaciones, era la mesa redonda sobre el impacto de la divulgación en la sociedad. Principalmente porque quería escuchar a dos amigos Pere Estupinyà y Gonzalo Remiro que son personas que se dedican al cotarro de la divulgación. La cosa no tenía mala pinta… No tenía, porque luego derivó a una temática un poco absurda y manida.
La verdad, me he reído mucho con este tema. ¿Razones? Las que voy a exponer a continuación. Pero tras la risa ha venido el desasosiego. ¿Razones? Pasad y leed. No tiene desperdicio alguno.
El tema se pone oscuro
Lo que me empezó a sonar mal fue la intervención del señor Javier Gregori periodista con todas las letras, con su título y todo, responsable de la sección de ciencia de la Cadena SER.
Para que no digan que saco las cosas de quicio aquí dejo el enlace del vídeo donde se puede ver y escuchar, escuchar y ver (es importante esta diferencia en lo que vendrá después), la intervención de los ponentes de la mesa redonda en solfa.
Empezó Pere comentando la necesidad de evaluar la actividad.
Después, en minuto 6:68 toma la palabra el señor Gregori para decir:
1.- Que fue el profesor que creó la asignatura de periodismo científico en la Universidad Carlos III. Una asignatura de 4º de periodismo.
2.- Nos recuerda en el minuto 9:50 que el periodismo en España es un título universitario. Nos confiesa que quiere ser físico cuántico lo mismo que hay personas que dicen ser periodistas por haber hecho un máster sin validez académica. Lo que pide es que como la ciencia está muy regulada y no se conceden proyectos de investigación al primero que pasa que lo mismo ocurra con el periodismo. Que si hay programas (de tv entiendo) pagados con dinero público que se saquen a concurso.
3.- Luego dice que los medios de comunicación necesitan muchas cosas y que estos están en graves problemas. Por ejemplo que han echado a 10.000 periodistas. Luego dice que los medios entretienen, malamente, se educa poco y se informa cada vez menos de ciencia.
Hombre, yo estoy de acuerdo en que los periodistas han de saber de ciencia si se dedican a informar sobre ciencia. Eso es indudable. Lo malo es que no suele darse esa condición.
Sobre que el periodismo está muy mal me consta, tengo amigos periodistas que se las ven putas para salir adelante informando bien y con rigor de ciencia. Ellos sí entretienen, informan y educan. Desgraciadamente han echado a 10.000 periodistas a la calle. ¿Cuántos científicos se han ido a la calle?
Lo del máster me deja acojonado. Yo creía, porque soy un incrédulo, que haciendo un máster reglado eso te daba capacitación laboral. Llamadme ingenuo. Pero además volvemos a caer en lo de siempre, divulgar ciencia es explicar la ciencia con palabras llanas. Informar sobre ciencia es eso, informar. Lo malo es que muchos de los que informan no tienen ni puta idea de lo que están hablando confunden al personal y meten miedo en el cuerpo. Y eso, amigos, es hacer un flaco favor al entretenimiento, la educación y la información. Por muy periodista que seas.
Por cierto, yo iba a hacer un máster de periodismo científico pero si luego no me sirve para trabajar de periodista mejor me guardo el dinero y el tiempo y lo pierdo de otra manera más improductiva.
En el minuto 13:43 el señor Gregori dice textualmente:
Yo no soy físico, pero sé algo de física
Pues dale una vuelta más a eso amigo porque en realidad tus conocimientos de física dejan que desear. Véase la próxima sección.
Tras esto Gonzalo Remiro da en la clave, hace unos años no existía ningún medio para cursar másteres o especialidades en comunicación científica. Ahora la cosa está cambiando aunque vamos muy por detrás de otros países.
En el minuto 33 del vídeo retoma la palabra el señor Gregori ante la pregunta de un asistente al evento. La pregunta era, ¿los institutos de investigación organizan seminarios básicos para periodistas donde partiendo de qué es una célula o un átomo puedan entender los avances científicos?
Don Javier Gregori dice:
- Esa pregunta demuestra lo mal que estamos en periodismo porque eso se debe de aprender en la facultad. Yo a mis alumnos no los aprobaba si no sabían lo que era un átomo. Por eso la importancia de una educación reglada.
Ahí estamos de acuerdo, hay que cosas elementales que hay que saber, como dice el propio Gregori «eso hay que traerlo de casa«.
Toda esta película es porque el señor Gregori está muy enfadado por el intrusismo de los perniciosos científicos en los medios de comunicación. Pero claro, los científicos son los que saben de ciencia en términos generales, aunque hay magníficos divulgadores que no son científicos pero se estoy seguro de que le han echado un par de horas al tema del que hablan o divulgan. En fin, que la cosa no es comparable amigo.
Para finalizar con esto en el minuto 57:13 don Javier se pregunta:
¿Por qué la física está reglada y yo no puedo decir que soy físico?
Ahí te confundes Javier. Te aseguro que si das una explicación de la energía oscura consistente y comprobable todo el mundo dirá que eres físico. Por ejemplo, un tal Faraday se estudia en las carreras regladas de física y ese señor no tenía ninguna formación. Basta con que le eches ganas y hagas una contribución muy buena a la física y yo, el primero, alabaré tu trabajo y te llamaré físico. Ejemplos de estos hay muchos en la historia, otro es el bueno de Fermat que no era matemático por estudios reglados, era jurista. Por cierto, Fermat tampoco era catalán como Pedro Alonso (chiste interno).
Pero mucho me temo que eso no va a pasar, porque a tus alumnos les exiges que sepan qué es un átomo, que me parece muy bien, pero luego tú patinas a lo grande cuando hablas de física. ¿Por qué? Sigamos leyendo.
El premio de Periodismo Geoambiental de 2010
Aquí podéis encontrar la información sobre el premio que recibió el señor Javier Gregori: Página web de la Cadena SER — El periodista de la SER Javier Gregori gana el Primer Premio de Periodismo Geoambiental–. En ella se puede leer:
El jurado destaca la profundidad y el rigor con que se aborda la problemática de las radiaciones naturales y artificiales en el reportaje ‘Peligro: radiaciones’
El reportaje de marras se llama «Peligro: Radiaciones». Ya el nombre da miedo pero yo que no me achanto lo he visto. El vídeo está aquí:
El vídeo no hay por donde cogerlo. Sale un señor con una máquina muy molona que hace mucho ruido. Ese señor dice que el ruido es indicación de la radiación de alta frecuencia que hay en una casa. Por supuesto, el cacharro hace un ruido del demonio. Lo podéis ver en el mínuto 00:16.
Nos dice que estamos detectando un inalámbrico, que por el ruido sabemos que es lo que emite.
Rigor en estado puro.
El descojono llega después cuando en el minuto 00:37 que dice que el teléfono está emitiendo como una antena de telefonía móvil. ¿Qué importa si la potencia de un teléfono es pequeña o alta? Si lo dice un señor con un aparato molón en la mano no puede ser mentira eso.
Milagrosamente al desenchufar el teléfono el aparato molón deja de hacer el ruido molesto. Parece magia.
Pero no queda ahí la cosa, el aparato molón hace ahora — tac tac tac tac tac— ¿Adivináis qué es? Síííííííí!!!! ¡La wifi!
El punto álgido llega en el minuto 03:22 donde se dice explícitamente:
Esto es lo que al final nuestro cuerpo está notando durante 24 horas. Radiación de alta frecuencia de ondas electromagnéticas que no podemos oír porque está fuera del nivel audible pero que nuestro cuerpo sí que lo nota.
La verdad, estoy acojonado con esta explicación.
a) La radiación de una wifi no es de alta frecuencia. Está en el rango de las microondas que tienen una frecuencia muy inferior a digamos los infrarrojos. Por cierto, todos nosotros emitimos radiación infrarroja por el hecho de que nuestro cuerpo serrano es de 36 ºC en condiciones normales.
Vamos que de radiación de alta frecuencia nada de nada. Otra cosa es la potencia emitida y como esa energía se deposita en los tejidos. Pero de eso no dicen nada. Eso sí, dicen alta frecuencia y que tu cuerpo lo nota y todos asustaditos perdidos.
Una verdad científica sí que han dicho: las ondas electromagnéticas son inaudibles. Las que se oyen son las ondas sonoras, compresiones y descompresiones del aire por el que se transmite el sonido. Así que si alguna vez escucháis alguna onda electromagnética, ¡felicidades! Tenéis superpoderes o sinestesia que no es tan cool pero bueno.
Para que no digan que los que hacen ciencia no ayudan a los periodistas. Javier aquí un detalle a tener en cuenta la próxima vez:
De nada, hombre.
Tras este momento culmen de la divulgación, educación, información y entretenimiento apagan la wifi. El cacharro molón se calla con lo que concluyen que ya no hay ondas de alta frecuencia.
Eso sí, se olvidan que cualquier corriente que esté funcionando en ese momento va en alterna, es decir, cambia de sentido y velocidad por ciclos, los famosos herzios que se explicitan en los cacharros que enchufamos en nuestra casa. Esas corrientes tienen la manía de producir también ondas electromagnéticas, vaya por dios, que contrariedad. Pero el aparato molón chitón, oye, ni mu.
Luego se pasean por la casa con el aparato chillando como un gato mojao pero dicen que no hay ningún rebote de señal. Eso sí dejan bien clarito que siguen la convención de expertos de Salzburgo. Lo cual, quieras que no, me deja mucho más tranquilo.
Además, por lo visto, tienes que mover el aparato molón por todo el aire así como bailando con él por ahí. Esto es mejor hacerlo solo. Esto es porque dicen que hay que cubrir todo el espacio por el que podría pasar una onda electromagnética. Eso es debido a que las ondas electromagnéticas son muy cucas y si no las buscas no te llegan. Vamos que no nos vamos a creer que las ondas se propagan de forma isótropa por todo el espacio, faltaría más.
El vídeo es una puta patraña. Dicen que hay campos eléctricos perjudiciales para la salud.
Y esto, queridas y queridos, es un reportaje premiado por su rigor y su profundidad. Para mí que no es más que un mete miedos infundado. Ni un solo dato, ni una sola explicación científica. Y todo lo que se dice de ciencia está mal a conciencia. Es difícil decir tantas chorradas sin reírse, eso hay que reconocerlo.
En fin, que no sé si el señor Gregori se aprobaría a sí mismo en su asignatura. Pero los premios, premios son.
Me parece que hay que tener un poco más de seriedad con lo que se dice sobre los peligros de la radiación y tal. Se están haciendo muchos estudios al respecto, afortunadamente, estudios serios y con fundamento. Es un tema interesante y de interés, pero patrañas como esta no ayudan mucho.
Yo me parto la caja con estas cosas pero luego pienso en mi señora madre. ¿Qué pensaría ella si ve este vídeo en un medio de comunicación serio? Me imagino que cagarse de miedo y quitar todos los enchufes y volver a la iluminación con velas.
En este país hay grandísimos periodistas científicos, algunos los conozco personalmente, que me consta que se rompen la cabeza para comprobar, verificar, cotejar y reafirmar su información antes de publicarla. Esos son los que merecen el respeto y la admiración de todos por dedicarse a enseñar y a educarnos sin darnos cuenta en un mundo que cada día depende más de la ciencia. Daos todos por lamidos. Pero otros se podrían dedicar a la crónica política donde ya esperamos que nos metan la gamba por algún sitio y estamos preparados para ello. Desgraciadamente estos ejemplos son dañinos y perjudiciales para el nobel objetivo de llevar la ciencia a toda la gente.
Mucho problema con el intrusismo pero luego…
En fin, lo dejo ya.
Si queréis saber lo que un periodista debe conocer antes de hablar del peligro de las ondas electromagnéticas aquí os dejo un artículo de @lagamez en Magonia:
Nos seguimos leyendo…
Aunque claro, también se puede entender que el ser humano se dedica a eso, a la física. Aunque sea intuitivamente. Cual bebé experimentando y asumiendo cognitivamente conocimientos de física mucho antes siquiera de plantearse comunicarlos. Incluso podría argumentarse que a lo mejor no «lo cuenta mejor que tú» (lo cual además no deja de ser una valoración subjetiva) pero sí «lo sabe mejor que tú». A lo mejor ha asumido ya conceptos que la física actual todavía no ha alcanzado teóricamente, o que quizás no alcance nunca. ¿Absurdo? Sería como negar que el ser humano, e incluso los animales «irracionales», han aprehendido, estudiado y utilizado las leyes físicas durante milenios mucho antes de poder o siquiera pretender enunciarlas o comunicarlas…
Claro, ahí está la gracia de la especialización. Y que, si se respeta el campo del conocimiento ajeno y no se cede al intrusismo, estaremos de acuerdo en que esa especialización es beneficiosa para el común. Se supone que la especialización del periodista es la comunicación, se podría quizás dar la vuelta al enunciado de nuestro amigo Jesús: primero aprende cómo comunicar bien, cómo contar historias, y luego especialízate exclusivamente en algo.
Claro que hay malos periodistas, y malos físicos, así como en ambas especialidades hay excelsos profesionales. En cualquier caso, la entrada desarrolla una crítica razonada y muy circunscrita a un reportaje en concreto sin entrar en las tan frecuentes e indeseables generalizaciones, lo cual es harto congruente con la tesis defendida del respeto al trabajo ajeno. Un saludo para la gente de un blog muy interesante.
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No es casualidad que el premiado comparta empresa (Prisa) con otro reciente premiado: el muy «riguroso» Iker Jiménez, ganador del premios Ondas 2015 que otorga su propia empresa: Prisa.
En cuantro a la pseudociencia me destaca un tal Cesar Tomé de NauKas; es malísimo, todo lo que publica es basura y no me extraña que muchos aborrezcamos sus articulos, inane, escaso, sin criterio propio alguno, baja formacion, precaria, no sabe distinguir, oscuro y obtuso, histriónico… Es tan indecente su postura que hace collage de relleno con las referencias a lo que publican otros, como por ejemplo Francis.
En el opuesto a este personaje, un sabio y el alma o la esencia de la ciencia, del buen hacer, de lo valioso, del trabajo científico, Enrique Ganem.
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Estupendo post. Lo cierto es que, al menos en los grandes medios de comunicación, lo único que hay es mucho mamoneo y poco interés por informar, así que lo del premio me parece lo de menos… Yo, que de ciencia entiendo poco aunque intento aprender algo, tengo que agradecerte por prevenir contra semejante(s) personaje(s), que seguro que hay más de uno y de dos. No es solo el miedo que causan, es que si una persona intenta «aprender» a partir de este tipo de «divulgaciones» (fundamentales fuera de la Universidad), se la lían.
Por cierto, respecto a uno de los comentarios que habla de la edad que recomendaba Platón para la filosofía: recordar que por aquel entonces la historia de la filosofía se resumía en dos poemas y sus propios libros, nada más; en ese contexto, «filosofar» era algo así como «investigar»: acudir a la esencia de las cosas mismas (episteme, traducible por «ciencia»), más allá de las convenciones previas (doxa) e innovar, decir por primera vez la palabra adecuada (en ello consistía la dialéctica como método). O sea que hoy en día no se trasladaría a la filosofía, sino a las becas FPI :P.
Muy bueno. Me recuerda un viejo debate sobre la filosofía (entre Manuel Sacristán y Gustavo Bueno, allá por los 60), y que yo intenté trasladar al periodismo. Sugería Sacristán que los estudios de filosofía debían ser sólo de post-grado, es decir, uno sólo estaría maduro para la filosofía después de haber estudiado a fondo alguna otra cosa (por cierto, más o menos lo mismo decía Platón, que en su República ideal prohibiría dedicarse a la filosofía a los menores de 40… ¡ahí es nada!). Yo sugerí alguna vez que lo mismo podía aplicarse a los estudios de periodismo: primero aprende bien sobre algo, y luego aprende a contarlo.
O no te quejes si alguien lo cuenta mejor que tú porque el ser humano se dedica a eso, a contar cosas.
Yo me paso el día contando cosas, principalmente a mí mismo.
Pero, pero… ¿Quien le ha dado un premio a semejante esperpento? Supongo que el jurado es el que propuso para Oscar al mejor documental a «Los cazafantasmas».